¿Es el Bosón de Higgs lo que necesita la física?: "
Ahora que el LHC, el gigantesco acelerador de partículas de Ginebra, lleva funcionando una par de meses; es momento de preguntarse qué es lo que esperamos que consiga este mastodonte franco-suizo.
Pese a que no es el motivo principal de la construcción del ciclotrón, cada vez que se habla de esta máquina, resulta inevitable hablar del tan cacareado Bosón de Higgs; renombrado de manera incongruente como Partícula de Dios por algunos periodistas demasiado sensacionalistas.
Es cierto que la determinación de la masa de esta partícula, o la demostración de su existencia al fin y al cabo; es uno de los experimento más importantes que se están llevando a cabo en el CERN, pero… ¿de verás sería tan maravilloso encontrar a este esquivo bosón? En realidad, este asunto no está tan claro.
Entendamoslo, el mecanismo de Higgs es un pegote mal puesto, un parche añadido al modelo estándar para poder explicar porqué algunas partículas tienen masa y otras no, es decir, la ruptura de simetría (una palabra que nos gusta mucho a los físicos) entre fermiones y bosones y porqué en las ecuaciones aparecen ciertos términos. Sin embargo, el bosón de Higgs no es la única solución posible a este problema, ni mucho menos la más elegante.
La otra gran alternativa al problema de la masa es lo que se conoce como supersimetría, una teoría que establece cómo fermiones y bosones se agrupan en parejas de partículas hermanas, eliminando la necesidad de un mecanismo dotador de masa. Además, la teoría del físico escoces y la alternativa de la supersimetría son excluyentes, no pueden ser ciertas a la vez.
De hecho, y pese a lo que pueda parecer por la prensa internacional, el verdadero éxito para la física moderna sería no encontrar el bosón de Higgs, pues en caso contrario, llegaríamos a un camino cortado. Actualmente no existe ninguna alternativa teórica más allá del modelo estándar que no sea supersimétrica. Y aunque no fuese así, el bosón de Higgs no representaría una llave a un nuevo mundo de conocimiento, pues repito que no es más que un parche, una aproximación de baja energía de una posible teoría más completa que ni tenemos ni hemos planteado siquiera.
Llegados a este punto, nos encontramos en una encrucijada. Si el Bosón de Higgs apareciese en alguna de las colisiones del LHC deberíamos tirar a la basura toda la física teórica de los últimos cincuenta años ¡incluso la que funciona! Pues estaríamos describiendo una realidad que sabemos que no es cierta, pese a que de causalidad hubiésemos acertado en algo.
Sin embargo, si el bosón de Higgs no aparece (como todas las pruebas apuntan que ocurra) encontraríamos un refuerzo muy interesante para seguir trabajando en teorías supersimétricas como la Teoría de Cuerdas o las teorías GUT.
Ahora bien, este supuesto fracaso del LHC no supondría en ningún momento una pérdida de dinero, como algunos dicen, puesto que el acelerador tiene otros objetivos para los que está mucho mejor preparado. De hecho, el aparato resulta ser poco idóneo para la búsqueda del Higgs, pese a todo lo que se ha hablado y tergiversado sobre el tema.
Aún así, y pese a todo esto; lo verdaderamente estimulante sería que ninguna de las dos cosas fuese cierta, que ninguna de las dos cosas fuese comprobada experimentalmente y que hubiese que darle la vuelta de nuevo a toda la física y comenzar entre todos a escribir teorías imposibles. Al fin y al cabo, la ultima vez salió todo bien ¿no?
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