13 agosto, 2010

En recuerdo de Bobby Hebb, autor de la imperecedera ‘Sunny’

En recuerdo de Bobby Hebb, autor de la imperecedera ‘Sunny’: "

El cementerio digital en el que a veces se convierte este blog tiene hoy que despedir a un músico bastante desconocido pero autor de una composición versionada por todos. Se hace necesario rendir un pequeño homenaje a Bobby Hebb.


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Sólo tuvo un éxito pero es más que suficiente para que los aficionados de la mejor música negra lloren su muerte. Bobby Hebb, fallecido a los 72 años el pasado 3 de agosto, era el autor de <<Sunny>>, una de las canciones más versionadas de la historia, pieza imperecedera de soul, que tomó tantos y maravillosos ropajes como grandes cantantes y bandas quisieron vestirla a su estilo desde la grandilocuencia de Frank Sinatra hasta la desmesura de James Brown.


Hijo de un matrimonio ciego que le enseñó a tocar la guitarra, la existencia artística que le tocó vivir a Hebb fue, como mínimo, singular. A pesar de que se hizo célebre cantando por la llegada de “días brillantes”, estos llegaron tan rápido como se fueron, tras el fulgurante ascenso de <<Sunny>>. Nunca más alcanzó una conquista igual que la de 1966 cuando la canción cruzó como un rayo la frontera de las listas de R&B y llegó al número dos de Billboard. Era el tema del momento en Estados Unidos. Esa repercusión le llevó aquel año a girar con los Beatles, ya por entonces el mayor fenómeno musical de la historia. Después siguió componiendo, como <<A Natural Man>> para Lou Rawls, que recibió un Grammy en 1971, pero su llama se fue apagando.


<<Sunny>> estaba destinada a ser patrimonio popular, relegando a su autor a un segundo plano. Con ese adorable y delicado crescendo de metales arropado por unos tímidos coros femeninos, radiaba una contagiosa inocencia. La fina voz de Hebb cantaba ilusionada, recitando frases simples pero evocadoras (“ayer mi vida estaba llena de lluvia… está soleado… me sonreíste y alivié mi pena”). Sin artificios, radiante de sinceridad y humanidad, guardaba la empatía de las mejores composiciones de soul de la historia. Como ellas, tenía el secreto de ensanchar el alma. Tal vez, por eso, el país entero la abrazó efusivamente.


Hebb compuso <<Sunny>> como una oración esperanzadora cuando se encontraba en plena tormenta vital, afligido por una doble tragedia. El 22 de noviembre de 1963, EE UU quedó conmocionado por el asesinato del presidente John F. Kennedy. En plena lucha de los derechos civiles, Hebb, un negro de Tennessee, sintió que la promesa de cambio en su agitado país fue acribillada vilmente. Dos días después, su hermano Hal fue asesinado a cuchilladas en la puerta de un local en Nashville, ciudad natal de ambos. Devastado pero con temple, el músico escribió <<Sunny>>, que más tarde grabaría en los estudios Bell Sound de Nueva York. Algunos quisieron ver en la canción una llamada a Dios, más cuando su autor decía que la cantaba para alejar a los malos espíritus.


Lo único cierto es que aquella plegaria había nacido para ser un clásico. Durante años, <<Sunny>> llegó a oídos de medio mundo en la voz de otros magníficos cantantes. Influenciados por el jazz vocal, Ella Fitzgerald y Frank Sinatra hicieron versiones repletas de estilo y algo más festivas. La voz de Dusty Springfield, recubierta de destacados arreglos orquestales, la bañó de urgencia. Por su parte, Marvin Gaye, con su habitual maestría, enlazó con el hermoso lamento latente del original mientras Stevie Wonder incluyó una emocionante armónica. Electric Flag la otorgó un ropaje más contundente con su poderoso blues eléctrico. Y James Brown la rescató en sus conciertos para revolucionar su ritmo, aunque fue el grupo Bobby Boney M el que añadió bases para hacerla un éxito en las pistas de baile.


Ciertamente, la lista es interminable. En el año 2000, la organización de derechos de difusión y autor de EE UU (BMI, en sus siglas en inglés) situó a Sunny en el puesto número 25 de las 100 canciones más divulgadas de la historia. Por entonces, Hebb, quien de joven tocó con Bo Diddley y se convirtió en uno de los primeros afroamericanos en actuar en el legendario programa radiofónico de country Grand Ole Opry, llevaba años sin sacar un disco y vivía recluido en su mansión de Salem (Massachusetts), aunque seguía cantando en un reducido circuito de locales. Anciano y olvidado, Hebb aseguraba haber escrito más de 3.000 canciones para decenas de músicos. A la vista de los resultados, a nadie, o a casi nadie, le importaba, como tampoco nadie, o casi nadie, se acordaba ya del autor de <<Sunny>>.











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