Sigo de vacaciones y os muestro un lugar remoto donde he estado. Al atardecer caminando junto a una cala de aguas color turquesa, en cuyo centro había un velero anclado, pude ver un sitio de peregrinación mundial.
Recomendable no utilizar GPS para llegar allí, te confundirá seguro. Perdido en un paisaje abrumador, el paraje solitario por si solo merece una visita a lo que es considerado por muchos 'el templo de los sentidos'.
Un sitio cuyo símbolo es la cara con mala leche de un 'perro rana'.
Una puerta donde se da culto a uno de los mayores placeres terrenales, entrada a un selecto sitio para algunos privilegiados. Un área exclusiva, cerrada donde solo entran aquellos que son elegidos pagando un alto precio, casi como vender tu alma al diablo.
Ya de noche entre las sombras y al dar una vuelta a escondidas por este edificio blanco, asombra ver los restos de la batalla diaria de las bacanales de gula. Asusta tanta botella vacía amontonada con restos de los líquidos más preciados, recipientes que contenían los mejores y más caros elixires y ambrosías de todo el mundo. Ahora un lugar casi inaccesible y que cerrara pronto para el común de los mortales.
Buwen lugar, saludos
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