Creo que todos, incluso los no futboleros, conocen al pulpo Paul y su “arte” a la hora de predecir el resultado de los partidos del Mundial, también creo que todos conoceréis la ouija, incluso muchos habréis participado en alguna sesión, pues nada nuevo bajo el sol.
Si juntamos el uso de animales como “oráculo” y la ouija tenemos el “oráculo de la gallina” utilizado por los etruscos en el 600 a.C.
Los etruscos fueron un pueblo de la antigüedad cuyo núcleo geográfico fue la zona centro de Italia (regiones de Toscana, Lacio y Umbría). Este pueblo creía que los gallos y las gallinas tenían dotes adivinatorias: la gallina anuncia, con un cacareo, la puesta de un huevo y el gallo anuncia el amanecer de un nuevo día. Mediante el llamado oráculo de la gallina buscaban soluciones a sus problemas.
Se trazaba un círculo en la tierra y se dividía en 26 partes, los caracteres básicos del alfabeto etrusco. En cada una de estas partes se echaban granos de trigo y en el centro del círculo se ponía una gallina. Al picotear los granos, generaba una secuencia de letras, que el sumo sacerdote interpretaba como respuestas a las preguntas planteadas.
El pulpo Paul, la ouija y el oráculo de la gallina escrito por Javier Sanz en: Historias de la Historia
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