22 noviembre, 2010

El avión más buscado de la Guerra Fría

El avión más buscado de la Guerra Fría: "

Los incidentes de la Guerra Fría, se desataban ante un mínimo roce con el potencial de un cataclismo capaz de hacer temblar al planeta, literalmente. Ejemplos sobran incluso en el blog. En ésta entrada, ahondaremos en particular, en dos incidentes protagonizados por la mayor aerolínea surcoreana en sus intentos por conectar occidente con la península, cielos restringidos de por medio. El primer incidente, sienta un antecedente que nos introduce a nuestra historia principal: la búsqueda del KAL 007, una historia que ilustra los retorcidos mecanismos de un enfrentamiento que tuvo en vilo al planeta durante largas décadas.

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Imagen English Russia

Año 1978. Un vuelo tranquilo de Korean Air (el KAL902) podía comenzar en París, con rumbo a Corea del Sur, sin ningún tipo de amenaza aparente. Sin embargo, el trayecto podía terminar con un aterrizaje de emergencia en un lago congelado cerca de Múrmansk, casi en la frontera rusa con Noruega. La imprevisibilidad era plasmada en un incidente al borde de una tragedia mayor. Una involuntaria violación del espacio aéreo soviético por errores humanos, llevaría a la aeronave a ser identificada como un avión militar estadounidense. Luego de fallidos intentos de comunicación, dos cazas soviéticos terminaron disparando un misil que obliga a la aeronave dañada a seguir en vuelo hasta aterrizar en un lago congelado cerca de la frontera con Finlandia. El saldo del incidente, sería relativamente afortunado: 107 sobrevivientes de un total de 109 personas a bordo rescatados y liberados unos días después.

Año 1983. El vuelo KAL 007 de pasajeros (un Boeing 747-200) de Korean Air sobrevuela, un área de territorio soviético restringido el 1 de septiembre, en la ruta para unir Nueva York y Seúl, con escala en Alaska. Fue interceptado y abatido en cercanías de la isla de Sajalín. En el incidente, murieron 269 personas. En un primer comunicado, las autoridades soviéticas se limitaron a señalar que una aeronave no identificada había sido derribada por sobrevolar territorio ruso. Cinco días después, tras la reacción de repudio mundial, los sovíéticos admitieron que se trataba de un avión de pasajeros, pero que los pilotos no tuvieron forma de saberlo.

Lo que resulta aún tan interesantes en términos históricos, no es sólo el motivo del ataque, sino además, la posterior búsqueda por encontrar sus restos, desatada por las fuerzas implicadas: la Unión Soviética, y por el otro lado, los Estados Unidos y Japón, designados por Corea del Sur como agentes de búsqueda. El despliegue, plasmaría una de las mayores operaciones de búsqueda de un avión siniestrado de la historia.

Apenas horas después de revelada la causa del incidente (el abatimiento soviético), las fuerzas implicadas se lanzan a la búsqueda de posibles sobrevivientes, y sobre todo, de las cajas negras del avión. La urgencia provenía sobre todo de razones políticas, más que humanitarias. Si el avión se encontraba derribado en aguas territoriales soviéticas, aún con decenas de interrogantes, la infracción al espacio aéreo quedaría develada. En caso contrario, el derribo, se consolidaría como un argumento más en la escalada anticomunista norteamericana.

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En total, se movilizaron a lo largo de las semanas de búsqueda, decenas de naves y equipos, sobre todo en un área de alta probabilidad en un arco alrededor de los límites de las aguas territoriales soviéticas.

Por parte de los soviéticos, un documento desclasificado del gobierno norteamericano daba cuenta de un número máximo de de 32 barcos soviéticos afectados al operativo de búsqueda, entre buques de guerra, destructores, lanchas patrulleras.

Por parte del bando opuesto, se movilizadoron también varias decenas de barcos, incluyendo fuerzas navales de EEUU., junto a remolcadores japoneses contratados por la Armada norteamericana para realizar tareas de barrido sonar, y para ser utilizados como plataformas para lanzamiento de artefactos no tripulados de exploración profunda. De un modo alternado, también participaron barcos de apoyo norteamericanos, sumando diez grandes buques como el USS Elliot. Toda la flota “aliada”, era custodiada por numerosos patrulleros japoneses y surcoreanos. En términos del Almirante Piotti, la búsqueda del avión KAL 007, fue la más ambiciosa realizada hasta entonces, un despliegue equiparable a una batalla.

De hecho, la búsqueda del KAL 007, tuvo sus propios enfrentamientos, acusaciones de provocaciones mutuas entre los buques soviéticos y norteamericanos, e incidentes, como helicopteros hostigados por aviones soviéticos, maniobras arriesgadas de acoso entre barcos. Todo parecía válido para interrumpir la búsqueda del oponente.

Tras varias semanas, la búsqueda por parte del grupo de tarea norteamericano se da por finalizada el 6 de noviembre, tras no detectar ningún resto del KAL 007 en un área de 225 millas cuadradas en aguas internacionales. El mismo día, los propios soviéticos abandonan la búsqueda en la zona.

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Años después, se conocería, que el montaje de búsqueda de los soviéticos en aguas internacionales en el Mar de Japón, sería una operación de distracción. Los restos del KAL 007 ya habían sido localizados con anterioridad, al igual que sus cajas negras. Las cajas negras, se entregaron diez años después, con la caída de la Unión Soviética de por medio y con la nueva administración dispuesta a develar algunos de los misterios de la Guerra Fría.

El avión había sido derribado efectivamente, por invadir el espacio aéreo soviético, y sin embargo, las autoridades decidieron mantener la noticia del hallazgo como un secreto, evitando la difusión. En las transcripciones recuperadas, se devela, que la tripulación no estaba al tanto de que estaba fuera de curso y violando el espacio aéreo soviético (se habían desviado unos 500 kilómetros de su ruta original por un error al fijar el rumbo). La razón por la cual se ocultó el hallazgo del avión, habría que buscarla (o creerla) en la versión del piloto soviético que efectuó los disparos de los misiles. Según su testimonio, se habían violado los estándares internacionales de intercepción, sin realizar las correspondientes advertencias.

Y aún más, habría una razón por la cual no se siguió el protocolo de intercepción: tan sólo un día antes, un avión espía norteamericano (RC-135 USAF) habría incursionado en la zona en la misma ruta, siendo detectado por radares soviéticos, pero sin llegar a ser interceptado por los Caza que resguardaban el espacio aéreo. En tal versión de los hechos, en la que coinciden funcionarios y analistas privados, el KAL 007 sería la desafortunada víctima de una serie de sucesos encadenados con todos los ingredientes de la Guerra Fría, y los ribetes trágicos de un malentendido. Según se intuye, es probable que el mismo día del incidente del avión surcoreano, el RC-135 USAF haya sobrevolado la zona, incluso acercándose al KAL, para confundirse en su señal de radar y no ser interceptado como un avión espía. El KAL tuvo su peor error, en el lugar incorrecto, y en el momento menos indicado, para terminar siendo confundido con un avión espía.

Del incidente, repudiado por la comunidad internacional, nacería la utilización del sistema GPS para usos civiles, aprobados por Ronald Reagan. De éste modo, se evitarían los errores de navegación, en tiempos en que un desvio de pocos kilómetros, se pagaba demasiado caro, y con demasiada frecuencia.

Imágenes e información en KAL 007: The Naval Search (Wikipedia) y enlaces en el cuerpo de texto.

Estoy en Twitter @visionbeta




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