En la batalla de Waterloo, se vio envuelto en el fuego enemigo y cuando los proyectiles levantaban la tierra a los pies de su caballo peligrosamente cerca, le comentó a los oficiales que le acompañaban: “Caballeros, estamos demasiado juntos. Es mejor que nos separemos un poco”.
Más tarde, aquella misma jornada, un oficial le pidió permiso para disparar una batería inglesa contra Napoleón y sus ayudantes, ya que los tenían dentro de su alcance. Wellington le contestó: “No, no lo permitiré. No es labor de los comandantes el dispararse entre ellos”.
Fuente: Military's strangest capaigns and characters, de Tom Quinn
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