Palabras alrededor de la bilis.: "La bilis o hiel, es una secreción del hígado. Es bien conocido su carácter amargo, hasta el punto de utilizársele como el ejemplo clásico de amargura ('se le rompió la hiel', 'tiene un temperamento bilioso', etcétera). La palabra bilis deriva del latín bilis, que a su vez deriva del griego χολή ('colé'). Y aquí es donde empieza lo bueno. Partamos con suavidad diciendo que la raíz griega ha seguido en pie dentro del vocabulario médico castellano. Así, el conducto que lleva la bilis al intestino se llama colédoco, la substancia secretada por el intestino delgado que ayuda a verter bilis en la digestión se llama colecistoquinina, los cálculos biliares son colelitiasis, la inflamación de la vesícula producto de esos cálculos es la colecistitis, y la ulterior extirpación quirúrgica de la misma es la colecistectomía.
Pero si se acabara el asunto ahí, éste sería un posteo probablemente aburrido. Sin embargo, si nos volvemos a la Medicina del pasado, a la tenebrosa era de los 'Cuatro Humores', nos encontramos con otras sorpresas. Los antiguos creían que existían cuatro humores en equilibrio dentro del cuerpo, y cuando tales humores se salían de dicho equilibrio, sobrevenían las enfermedades (o buena parte de ellas, al menos). Esos fluidos eran la sangre, la flema (el famoso esputo viscoso que acompaña a la tos de las inflamaciones respiratorias), la bilis y la atrabilis o 'bilis negra'. ¿A qué estado de ánimo asociaban el exceso de bilis? Como la bilis es amarga, les pareció natural asociarlo al temperamento amargo, y así es como la palabra griega 'colé' se vertió en el castellano 'cólera'. Así es que de ahí viene el actual temperamento o carácter colérico, o sea, amargado e irritable.
También con esta raíz etimológica se vincula la enfermedad del cólera. Uno de los síntomas del cólera es la diarrea: de hecho, el cólera mata fundamentalmente por la deshidratación del paciente, por lo que un tratamiento con suero intravenoso salino suele ayudar a la recuperación del paciente. Y este flujo diarreico que es producto del cólera, fue calificado de flujo bilioso, y de ahí el nombre.
Los más avezados que entiendan un poco de griego quizás hayan descubierto el paso siguiente. Mencioné una bilis amarilla y una bilis negra. La bilis amarilla es responsable del temperamento colérico. ¿Y la bilis negra...? Ya que en griego la palabra negro es 'μέλας' ('melas'), como en melanina por ejemplo (el pigmento que le da un tono oscuro a la piel), ya pueden ir sumando: μελαγχολία ('bilis negra') se traduce al castellano como 'melancolía'. Es decir, el exceso de bilis amarilla ocasionaba desagrado, irritación y amargura, y el exceso de bilis negra originaba depresión, desánimo y apatía. Pensándolo bien, es una suerte que la Medicina haya salido de esos tiempos cavernarios, y las depresiones se traten con métodos un poco más ajustados a la etiología del mal."
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