VERONA – 15 de diciembre de 492.
Las recientes invasiones bárbaras que han asolado el norte de Italia han provocado la huída de miles de personas hacia las islas que pueblan las lagunas del Veneto. Allí, en la seguridad que les brinda el aislamiento, han fundado una ciudad a la que han puesto de nombre Venecia.
Venecia es una ciudad singular, donde las calles son canales de agua, y los carros tirados por mulas o bueyes han dejado paso a las barcas que transportan todo tipo de mercancías de un lado a otro. La seguridad contra los ataques bárbaros, dicen, ha revitalizado el comercio. Desde venecia parten, cada más a menudo, barcos repletos de carga que atraviesan el Adriático para comerciar en los puertos tracios, en Sicilia o en la misma Constantinopla, ciudad que se ha convertido en poco tiempo en su principal cliente.
Auguramos un próspero futuro a esta nueva ciudad de los canales, y esperamos que su ejemplo de vitalidad económica cunda en estos tiempos de depresión económica e inseguridad política.
"
No hay comentarios:
Publicar un comentario