Lo que vemos en la imagen (de satélite) en cercanías de la zona del área desértica del lago Nasser, en Egipto, es una extensa área en tono “arena” que curiosamente, comienza a salpicarse de puntos dispersos con un patrón que poco tiene de natural. Son los efectos visibles desde el espacio del proyecto Nuevo Valle, (o proyecto Toshka), uno de los programas de irrigación más ambiciosos jamás realizados por el hombre. Con fecha definitiva de culminación en el año 2020, el proyecto tiene un objetivo impactante: convertir una extensa área del Sahara en tierra cultivable.
Imagen en eosnap
En su mayoría, los puntos que brotan en el desierto son granjas experimentales que han permitido cosechas de algodón, pepinos, tomates, sandía, plátanos, uvas y trigo entre otras. Son los avances de un proyecto que podría calificarse como un “milagro” de la ingeniería, un desafío de escala monumental a la propia naturaleza.
La respuesta positiva a la pregunta sobre si se puede convertir el desierto en un área cultivable se ilustra como jamás antes sucedió en Egipto, con el detalle de una inversión de miles de millones de dólares de por medio.
Las imágenes a continuación, no son menos sorprendentes. Se trata de un gigantesco canal en construcción atravesando un mar de arena:
Imagen en arqhys
Imagenes en Manufactured Lanscapes
Imagen en skyscrapercity
El proyecto del Nuevo Valle de Egipto arranca en el año 1997, con un éxito que estaría por verse en años siguientes. El eje central del gigantesco proyecto de irrigación, es la construcción de un canal desde el Lago Nasser en dirección hacia el oeste, en una extensión de 310 kilómetros. El Canal de Toshka, avanza por el desierto uniendo varios oasis, alimentado por el agua que se obtiene desviando un 10 % del caudal del Nilo. El costo total del proyecto del canal suma nada menos que 1300 millones de euros, volcado en su mayor parte a evitar las pérdidas de agua por filtración construyendo un revestimiento de cemento, arena, hormigón y polímero en todo su trayecto. Para conseguir irrigar el canal, fue necesaria una enorme estación de bombeo (la mayor del mundo) en Toshka, recién inaugurada en el año 2005.
Imagen en water technology
La estación, bombea unos 25 millones de m cúbicos de agua al día. De éste modo, el ambicioso plan contempla habilitar unas 588.000 hectáreas de desierto como tierra agrícola.
El proyecto de Toshka, estaría finalizado en el año 2020, y permitiría una actividad económica capaz de dar empleos a más de tres millones de habitantes, y acoger a 16 millones de personas, aumentando además la superficie cultivable del país en un 10 %.
Es una respuesta transformadora al problema del crecimiento desmesurado de la población de Egipto. El costo total de todo el programa de construcción del valle asciende a 70 mil millones de dólares, incluyendo la creación de nuevas comunidades urbanas, y el impulso al desarrollo industrial de la región. Se trata nada menos, de una demostración de la capacidad humana por transformar a escala desproporcionada un paisaje completo que se mide por cientos de kilómetros. Literalmetne, hacer del desierto un vergel productivo, algo aún hoy suena a utopía.
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