La I Guerra Mundial cambió muchas cosas en el modo en que el hombre venía guerreando. El ser humano comienza a disponer de una potencia de fuego y una capacidad de destrucción desconocida hasta entonces con todo lo que eso conlleva.
Se acaban las largas líneas de soldados avanzando en formación por el campo de batalla, se constata la inutilidad de la guerra de trincheras, hay que empezar a mirar hacia el cielo pues el enemigo también se mueve por el aire…
Sin embargo los animales, que han peleado junto al ser humano desde que éste se mueve por el planeta, continuaron ajenos a todo cumpliendo con su cometido como lo han venido haciendo desde el principio de los tiempos.
En una época en que se alternaban las cargas de caballería con el avance de los tanques, las largas columnas de vehículos motorizados con carros tirados por mulas o los mensajes telegrafiados con palomas y perros mensajeros, los animales son sin duda, los grandes héroes olvidados de la I Guerra Mundial
Como digo, las cargas de caballería no fueron infrecuentes en los frentes la I Guerra Mundial y los cuerpos de animales llenaban las fosas.
Aunque las cargas no solamente eran de caballos.
Naturalmente, una de las tareas más comunes para los animales fue como bestia de tiro o carga y para esto cualquier bicho podía valer.
Elefantes…
Renos…
Siendo utilizados indistintamente por militares…
Que por civiles…
Los animales también salvaron muchas vidas. Como por ejemplo estos ratones que alertaban de la presencia de vapores en los submarinos.
O transportando heridos…
También siendo adiestrados para prestar asistencia…
o simplemente ayudando para que la situación fuera un poco más llevadera…
Por eso todos tenían alguna mascota que ayudaba a dar moral.
Todo el mundo conoce también el importantísimo papel que jugaron las palomas mensajeras que eran traídas y llevadas allá donde fueran necesarias.
Pero quizás sea algo más desconocida la labor que desempeñaron en este sentido los perros mensajeros…
quienes jugándose claramente el tipo, llevaban mensajes desde una trinchera a otra.
Para esta labor no servía cualquier chucho y eran sometidos a entrenamientos durísimos donde les enfrentaban a explosiones reales para que se acostumbraran.
Y todo para que el mensaje llegara puntualmente hasta su destinatario.
Inestimable fue también la función de guardián que realizaban los perros. El perro que pueden ver en el principio de la entrada fue condecorado por avisar ante la proximidad de un ataque enemigo salvando muchas vidas.
Los perros eran además compañeros fieles e inseparables y eso en una trinchera, no tenía precio.
Al menos, sí que hubo cierta preocupación por buscar medios de protección también para los animales.
Y por supuesto, como no, hubo quien lamentó enormemente la perdida de su fiel amigo.
El ser humano tiene contraída una deuda con los animales que nunca podremos (ni sabremos) pagarla.
Más en:
La I Guerra Mundial es el marco donde se desarrolla gran parte de la última novela de Ken Follet:
La Caída de los Gigantes.
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Chivatazo: Además puedes conseguir un ejemplar firmado por el propio Ken Follet… Y a eso puedo echarte yo una manita.
Curiosea los dos enlaces que pongo al final de la entrada o en los artículos sobre la I Guerra Mundial de esta página. Están llenitos, lllenitos de buenas fotos.
Espero que encuentres una bien chula que te ayude a conseguirlo.
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